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Biblioteca de materiales
Qué es la Porcelana
El tema que nos ocupa hoy en la Biblioteca de Materiales es qué es la porcelana. A primera vista, seguro que todos pensamos en figuras decorativas. Sin embargo, la porcelana es un material muy empleado en tareas de reformas, construcción o en el sector eléctrico.
Desde aquí vamos a explicarte qué es la porcelana y de qué está formada. Hablaremos de su origen, repasaremos las fases de su proceso de fabricación y analizaremos los distintos tipos que existen. Por supuesto desgranaremos todas sus cualidades y profundizaremos en sus usos más habituales.
Todo lo que necesitas saber sobre la porcelana, te lo contamos aquí. Empezamos.
Definición de porcelana
La porcelana es un material cerámico de alta calidad, conocido por su blancura, dureza y translucidez. Aunque popularmente se asocia con objetos decorativos o vajillas de lujo, en realidad es un material técnico con múltiples aplicaciones industriales y de bricolaje.
Para entender en profundidad qué es la porcelana, es fundamental conocer su composición, origen, proceso de fabricación y usos.
¿De qué está formada la porcelana?
La porcelana se compone principalmente de tres elementos básicos:
- Caolín (50/55%). Se trata de una arcilla blanca y pura que proporciona plasticidad a la mezcla y permite que se moldee fácilmente. Es el componente clave que confiere su característico color blanco y su alta resistencia térmica.
- Feldespato (22/25%). Actúa como fundente en la mezcla. Al calentarse, se funde parcialmente y ayuda a vitrificar la porcelana, aportando impermeabilidad y cohesión al conjunto.
- Sílice (cuarzo). Proporciona dureza, rigidez y estabilidad a altas temperaturas. Su función es mejorar la resistencia mecánica del producto final.
En algunos casos, la mezcla puede contener óxidos metálicos que se usan como pigmentos o para modificar ciertas propiedades técnicas del material. Por ejemplo, los óxidos de hierro o cobalto pueden añadir color o mejorar la resistencia química.
Estos tres ingredientes básicos se trituran, mezclan y refinan hasta obtener una pasta homogénea que, tras ser moldeada y cocida a altas temperaturas, se transforma en porcelana.
| Componente | Función en la porcelana |
|---|---|
| Caolín | Aporta plasticidad, blancura y resistencia térmica |
| Feldespato | Funciona como fundente, ayuda a vitrificar e impermeabiliza |
| Sílice (cuarzo) | Proporciona dureza, rigidez y resistencia mecánica |
| Óxidos metálicos (opcional) | Se usan como pigmentos o para modificar propiedades técnicas |
Origen e invención de la porcelana
La porcelana tiene su origen en China, donde fue desarrollada durante la dinastía Tang, en el siglo VII. Fue un avance revolucionario dentro del arte y la tecnología cerámica de la época. La mezcla y cocción de caolín con otros minerales permitió obtener un material mucho más duro, blanco y fino que cualquier otro cerámico existente.
Durante siglos, la fórmula exacta del material fue un secreto celosamente guardado por los artesanos chinos. No fue hasta el siglo XVIII que se consiguió reproducir en Europa, gracias a los experimentos del alquimista alemán Friedrich Böttger. Fue él quien logró sintetizar la porcelana en la ciudad de Meissen, en 1709. A partir de ahí, su producción se expandió rápidamente por todo el continente.
¿Cómo se fabrica la porcelana?
El proceso de fabricación de la porcelana es complejo y altamente técnico. A continuación, detallan sus principales fases.
- Preparación de la pasta. Se mezclan caolín, feldespato y sílice en proporciones específicas. Esta mezcla se muele hasta formar una pasta homogénea.
- Moldeo. La pasta se moldea mediante colado, prensado o torneado, dependiendo del tipo de pieza que se desee obtener.
- Secado. Las piezas moldeadas se secan para eliminar la mayor parte del agua. Este paso debe hacerse lentamente para evitar deformaciones o grietas.
- Primera cocción (bizcochado). Se realiza a una temperatura de entre 900 y 1000 °C. Esto endurece la pieza y la prepara para la siguiente etapa.
- Esmaltado. Se aplica un esmalte vítreo que aporta brillo, color y protección a la pieza.
- Segunda cocción (gran fuego). Se lleva a cabo a temperaturas entre 1200 y 1400 °C. Durante este proceso, el esmalte se funde y vitrifica, y la pieza adquiere su dureza y aspecto definitivo.
- Decoración (opcional). Algunas piezas se decoran con pigmentos, calcas o pinturas cerámicas, y se someten a una tercera cocción.
Cualidades de la porcelana
Ciertamente, estamos ante un material muy valorado por sus cualidades físicas y estéticas. Entre sus propiedades más destacadas están:
- Resistencia mecánica. La porcelana soporta impactos y no se deforma.
- Resistencia química. Soporta la acción de agentes ácidos y alcalinos.
- Resistencia a la abrasión. El material no se ve afectado al desgaste.
- Resistencia al calor. La porcelana no sufre bajo temperaturas elevadas.
- Impermeabilidad. Tiene una porosidad casi nula y el agua no le traspasa.
- Translucidez. El acabado brillante y vitrificado contribuyen a que sea un materia translúcida.
- Higiene. Es un material muy fácil de limpiar y resistente a las manchas.
- Estética. El acabado es muy elegante y atractivo.
Gracias a estas características, la porcelana es ideal tanto para usos ornamentales como técnicos.
Tipos de porcelana
Existen varios tipos de porcelana que se clasifican en función de su composición y proceso de cocción.
- Porcelana dura. La más resistente y compacta. Se cuece a temperaturas más altas (1300-1400 °C). Es la que tradicionalmente se asocia con la porcelana china y la europea.
- Porcelana blanda. Contiene mayor proporción de feldespato y se cuece a menor temperatura (1100-1200 °C). Tiene un acabado más delicado y es más porosa.
- Porcelana de hueso (bone china). Incluye ceniza de hueso calcinada en su composición. Es muy blanca, translúcida y fuerte. Muy apreciada para vajillas de alta gama.
Usos de la porcelana: generales y en bricolaje
La porcelana es un material extremadamente versátil, con aplicaciones que van desde el arte hasta la ingeniería. Sus usos más comunes incluyen los siguientes ámbitos.
- Sanitarios. Lavabos, inodoros y bañeras por su impermeabilidad y facilidad de limpieza.
- Materiales eléctricos. Aisladores para líneas de alta tensión o para bujías. Gracias a su excelente resistencia eléctrica.
- Vajillas. Platos, tazas y otros utensilios de cocina por su resistencia térmica y acabado elegante.
- Revestimientos. Tanto en suelos como en paredes, por su durabilidad y estética.
En el ámbito del bricolaje, la porcelana se utiliza sobre todo en la restauración de piezas antiguas y la fabricación de elementos decorativos personalizados. También en la elaboración de pequeñas baldosas o mosaicos cerámicos.
Manipular porcelana requiere herramientas específicas para cortar y perforar materiales cerámicos, así como adhesivos compatibles que aseguren uniones resistentes. También es fundamental conocer los tiempos de secado y las temperaturas de cocción si se trabaja desde la pasta.





