Tipos de calefacción: guía para elegir el mejor sistema para tu hogar

Cuando llega el frío, elegir entre los distintos tipos de calefacción se convierte en una decisión clave para mantener la comodidad y el bienestar en casa. Ya sea que vivas en un piso pequeño o en una casa amplia, existen sistemas de calefacción más adecuados según el espacio, el consumo y el tipo de energía que se utilice.

En Servei Estació, te ayudamos a conocer las principales tipologías de calefacción para que encuentres la opción más eficiente, económica y sostenible. Te explicamos cómo funciona cada sistema, sus ventajas y desventajas. Además, te mostramos una tabla comparativa final para que elijas fácilmente el que mejor se adapta a tu hogar.

Veamos, a continuación, los sistemas de calefacción más interesantes en función del tipo de energía que utilizan:

1. CALEFACCIÓN ELÉCTRICA

La calefacción eléctrica es una de las más extendidas en España, especialmente en pisos y segundas residencias. Funciona transformando la electricidad en calor mediante radiadores, radiadores de baja temperatura, convectores o suelo radiante. Es una opción limpia, sin emisiones ni olores, y de instalación sencilla.

Entre los tipos de calefacción eléctrica, destacan los radiadores de aceite, los convectores portátiles y los calefactores de aire. Los radiadores tipo split también permiten refrigerar en verano, lo que los hace especialmente útiles en pisos urbanos.

Ventajas:

• Energía eléctrica limpia, sin combustión ni gases.
• Instalación rápida y mantenimiento mínimo.
• Ideal para estancias pequeñas o segundas viviendas.

Inconvenientes:

• El coste de la electricidad puede elevar el gasto mensual.
• Menor eficiencia en casas grandes o mal aisladas.
• Dependencia total del suministro eléctrico.

Estos son los tipos de calefacción eléctrica más interesantes:

• 1.1. Radiadores eléctricos halógenos

Estos radiadores aportan una gran cantidad de calor al momento, pero resultan poco eficientes a la hora de calentar espacios muy grandes.

• 1.2. Radiadores tipo Split

Los radiadores split tienen la ventaja de generar dos opciones de temperatura: calor y frío. Por este motivo, está entre los tipos de calefacción para pisos más utilizados durante los últimos años con el aumento de las temperaturas en verano.

• 1.3. Radiadores de aceite de módulos

Este tipo de calefacción se basa en calentar el aceite que se encuentra situado en los módulos del radiador para generar calor. La ventaja de este tipo de radiadores es que, a pesar de requerir electricidad para su funcionamiento, una vez alcanzan ciertas temperaturas consiguen mantener mucho más el calor.

• 1.4. Calefactores de aire

Este tipo de calefactor tiene limitaciones en el alcance a la hora de calentar. Por ello, se recomienda su instalación en habitaciones que no superen los 40 m2. Son aparatos pequeños y lo más habitual es colocarlos en estancias pequeñas como lavabos.

• 1.5. Convector de aire termostato

Su carácter móvil permite que se puedan desplazar fácilmente por el hogar en distintas habitaciones. Funcionan con resistencias que se calientan a través de la corriente eléctrica. A veces incorporan un ventilador interno para que el aire circule más rápido.

• 1.6. Estufas de exterior para techo

Este tipo de estufas están pensadas específicamente para montarse en el techo y sirven para dar calor instantáneamente en el exterior. Son ideales para terrazas, patios o porches.

• 1.7. Braseros eléctricos

Los braseros eléctricos son el modelo más utilizado para dar calor puntual, pero tienen mayores riesgos como provocar quemaduras en caso de contacto con la piel.

2. CALEFACCIÓN DE GAS

Los sistemas de calefacción de gas siguen siendo los más comunes en viviendas principales. Utilizan una caldera conectada a radiadores o suelo radiante para distribuir el calor de manera homogénea.

Existen tres variantes principales:

• Gas natural, la opción más cómoda y estable.
• Gas propano, recomendable cuando no hay red de gas natural.
• Gas butano, ideal para calentar estancias pequeñas de forma puntual.

Ventajas:

• Buena relación entre coste y rendimiento.
• Calor constante y rápido.
• Ideal para casas y pisos de tamaño medio o grande.

Inconvenientes:

• Requiere mantenimiento periódico.
• Dependencia de un tipo de suministro externo o depósito.
• Riesgo leve de fugas si no se revisa adecuadamente.

Estas son las modalidades de calefacción a gas más habituales.

• 2.1. Calefacción de gas natural

Es el tipo de calefacción más utilizado y popular en nuestro país, debido a su alto poder calorífico y la comodidad que ofrecen. Estos sistemas aprovechan el circuito de agua de la vivienda para calentarla e irradiarla por medio de una instalación cerrada de radiadores o suelo radiante.

• 2.2. Calefacción de gas propano

Suele utilizarse cuando el suministro de gas natural no llega a la zona geográfica en la que vivimos. Esta energía puede distribuirse por el hogar de distintas maneras. Puede ser a granel, rellenando un depósito individual que podemos ubicar en nuestra parcela, mediante bombonas o conectando varias casas un gran depósito central.

• 2.3. Calefacción de gas butano

Un sistema tradicional, pero ampliamente efectivo para calentar estancias pequeñas de forma rápida y sin necesidad de hacer una instalación costosa. Hablamos de las típicas estufas de gas butano, ya sean de tipo catalítico o de llama azul.

3. CALEFACCIÓN DE GASOIL

La calefacción de gasoil utiliza un depósito de combustible que alimenta una caldera para generar calor. Es muy eficaz en zonas frías o casas grandes donde se necesita una gran potencia térmica.

Aunque su uso ha disminuido frente a opciones más sostenibles, sigue siendo un sistema fiable para casas unifamiliares.

Ventajas:

• Alto poder calorífico.
• Temperatura uniforme y estable.
• Menor dependencia de redes energéticas.

Inconvenientes:

• Combustible no renovable.
• Necesita espacio para el depósito.
• Requiere mantenimiento técnico y recargas anuales.

4. CALEFACCIÓN DE BIOMASA

La calefacción de biomasa es una alternativa ecológica que utiliza combustibles naturales como pellets, astillas o leña. Es una de las tipologías de calefacción para casas más sostenibles del mercado.

Las estufas de pellets son las más populares por su eficiencia energética y bajo nivel de emisiones. También existen chimeneas de leña, más tradicionales, que proporcionan un calor acogedor, aunque requieren más mantenimiento.

Ventajas:

• Energía renovable y económica.
• Bajo impacto ambiental.
• Gran poder calorífico y autonomía.

Inconvenientes:

• Necesidad de almacenamiento para el combustible.
• Limpieza y mantenimiento más frecuentes.
• Requiere instalación de salida de humos.

Repasamos las clases de calefacción de biomasa más comunes.

• 4.1. Chimenea de leña

Económica y ecológica. Se trata de un tipo de calefacción a combustión eficiente, pero agresiva con el medio ambiente. Requiere estar continuamente pendiente de abastecerse de leña y, además, provoca acumulación de humo y mayor suciedad en los espacios donde se ubique. Es, también, muy importante tener a mano los accesorios para chimenea para un buen mantenimiento de la misma.

• 4.2. Estufas de pellets

El pellet es un producto totalmente natural, elaborado a partir de serrín. Su precio es la mitad que el del gasoil, es menos contaminante y más seguro. Las estufas de pellets son uno de los tipos de calefacción más limpios y de alto poder calorífico del mercado actual, además de económico.

5.- CALEFACCIÓN SOLAR

La calefacción solar aprovecha la energía del sol mediante paneles fotovoltaicos o térmicos. Es una opción limpia, silenciosa y con un coste energético prácticamente nulo una vez instalada.

Aunque la inversión inicial es alta, se amortiza con el tiempo gracias al ahorro en facturas y la durabilidad del sistema.

Ventajas:

• Energía gratuita y renovable.
• Muy eficiente en climas soleados.
• Ideal para viviendas sostenibles.

Inconvenientes:

• Alta inversión inicial.
• Depende de la radiación solar.
• Puede necesitar un sistema auxiliar en invierno.

6. CALEFACCIÓN GEOTÉRMICA

La calefacción geotérmica es uno de los sistemas más innovadores. Aprovecha el calor natural del subsuelo para climatizar la vivienda de forma constante y ecológica. Es silenciosa, segura y muy eficiente, aunque aún poco común en España.

Ventajas:

• Energía renovable y estable.
• Costes de consumo muy bajos.
• Alta durabilidad del sistema.

Inconvenientes:

• Instalación técnica y costosa.
• Requiere terreno disponible para la captación geotérmica.

Queda claro que la elección entre los distintos tipos de calefacción para una casa o piso dependerá de varios factores. Así pues influyen el tamaño y tipo de vivienda, el clima, el presupuesto y el compromiso con la sostenibilidad. Sin duda, ahorrar energía es otro objetivo claro.

Si buscas una solución rápida y limpia, la calefacción eléctrica puede bastar. Si prefieres un sistema más potente y económico, el gas sigue siendo el rey. Y si tu prioridad es el medio ambiente, la biomasa, la solar o la geotermia son la apuesta del futuro.

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