Abonos y fertilizantes para plantas: ¿cuándo y de qué manera utilizarlos?

Antes de empezar, ¿tenéis clara la diferencia entre abonos y fertilizantes para plantas? Aunque ambos productos sirven para reforzar el crecimiento de la planta y enriquecer el suelo del jardín, ¡no son lo mismo!

Abonos y fertilizantes se forman a base de compuestos distintos. Mientras que el abono es de tipo orgánico (hecho a base de restos de origen animal y vegetal), los fertilizantes suelen componerse de preparados químicos. Por este motivo, los abonos no alteran el terreno, mientras que los fertilizantes pueden incidir en el pH del suelo.

En cuanto a su aplicación, los abonos pueden tirarse directamente sobre el terreno, mientras que los fertilizantes deben diluirse en agua antes de su aplicación.

Lo que está claro es que ambos productos devuelven a la tierra los nutrientes necesarios para hacer crecer en armonía a todo tipo de árboles y plantas.

Todos nos habremos preguntado alguna vez para qué sirve el abono en plantas, ¿verdad?  Lo cierto es que la respuesta es muy sencilla: para mantener sanas nuestras flores. Al igual que las personas, árboles y flores necesitan los nutrientes necesarios para su buen desarrollo.

Además de los macronutrientes primarios que contiene cualquier planta: nitrógeno (N), fósforo (P) y Potasio (K), éstas necesitan de abonos o fertilizantes con nutrientes secundarios que ayuden a su crecimiento. Gracias a estos nutrientes secundarios (magnesio, azufre, calcio, hierro, cinc o cobre, entre otros), las plantas soporten sequías o heladas, las ayudamos a florecer y/o dar buenos frutos.

Pero aún nos es más difícil dar respuesta a esta pregunta: ¿qué abono le conviene a las plantas de mi jardín para que tengan un buen desarrollo? Bien, ¡por eso hacemos hoy este post! A continuación, intentaremos darte algunas pistas para mejorar el cuidado de tu jardín.

Existen mil y un tipos de fertilizantes y/o abonos para plantas. ¿Por qué? Bien, pues porque no necesita el mismo abono una planta de maceta que una plantada en el suelo del jardín.

Con este tipo de plantas debes considerar su reducido espacio. Por ello, su riego y abono será más especial que si la planta estuviera ubicada libremente en el suelo del jardín.

De esta forma, nosotros te recomendamos que utilices los siguientes fertilizantes:

• Fertilizantes líquidos, que se utilizan cada 7-20 días, dependiendo de la planta, durante los meses que van desde primavera hasta otoño.
• Fertilizantes de lenta liberación, que te permitirán mantener cuidadas las plantas del jardín por, al menos, tres meses. Este fertilizantes es ideal para plantas de nutrición no muy alta.

Para aquellas plantas que tengas ubicadas en el jardín y no en un tiesto, te enseñamos cómo se aplica el abono orgánico en ellas. Lo que tienes que hacer es mezclar la tierra del jardín con materia orgánica (compost o humus de lombriz puede servirte).

Con este abono conseguirás darle a las plantas los nutrientes necesarios para que crezcan sanas y fuertes, además de mejorar la estructura y textura del suelo del jardín.

 Es recomendable realizar el cuidado y abono de nuestras plantas desde primavera a otoño, que es el periodo de tiempo en el que necesitaran de todos los nutrientes para florecer y dar frutos.

Así pues, antes de aplicar abono o fertilizante te recomendamos que estudies tu jardín y conozcas sus propiedades. Solo de esta manera podrás saber qué tipos de fertilizantes para plantas necesitas.

Si queréis descubrir cuándo es necesario añadir abonos y fertilizantes para plantas del jardín, atento a estos pequeños truquitos:

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