Cambio de armario de niños. Ideas personalizadas
El paso del tiempo de verano a invierno o viceversa suele traer consigo el cambio de armario. Parece que el sistema de sacar y guardar ropa debe ser el mismo para todos los miembros de la familia. Sin embargo, hay casos particulares: ¿qué pasa con el cambio de armario de niños?
Los peques pueden revolver un armario más ordenado en cuestión de segundos si no encuentran lo que buscan. Por esa razón hay que ponérselo fácil. De ahí que el cambio de armario de niños deba ajustarse a sus necesidades diarias, su estatura y su tamaño.
En Servei Estació contamos con una sección destinada al Hogar donde encontrarás artículos que te ayudarán con ese cambio de armario. Además, desde aquí vamos a darte una serie de consejos sobre el cambio de armario de niños. El objetivo es mantener el orden y que los niños encuentren lo que necesiten para vestirse cada día.
Empezamos.

¿Cómo llevar a cabo el cambio de armario de niños?
Ciertamente, siempre es interesante crear rutinas de orden para los niños. Es importante que dejen la mochila en su sitio cuando vuelven del cole, que guarden sus juguetes antes de ir a dormir o que mantengan sus cuentos bien ordenados.
Sin duda, el orden proporciona un ambiente seguro para ellos y crea áreas tranquilas para sus juegos o para estudiar. Pues lo mismo ocurre con su ropa y su armario.
Sin embargo, mientras que los adultos solemos repetir prendas de temporada en temporada, los niños viven un ciclo mucho más corto. En cuestión de meses la ropa les queda pequeña, se desgasta o deja de ajustarse a sus necesidades.
Un buen cambio de armario para niños permite:
- Mantener solo la ropa que les sirve y está en buen estado.
- Detectar con antelación qué prendas nuevas son necesarias para la temporada.
- Evitar acumulación de ropa que ocupa espacio sin usarse.
- Fomentar el orden y la autonomía de los pequeños si participan en el proceso.
1. Vacía, limpia y clasifica
Antes de empezar a colocar ropa, es interesante vaciar el armario y limpiarlo por dentro. Es una tarea sencilla porque, al tener puertas, no suele acumularse mucha suciedad. Sin embargo, siempre es buena idea pasar un paño por los estantes y los cajones.
Después, viene la etapa de clasificación:
- Ropa que les queda bien y se usará en la nueva temporada.
- Prendas que han quedado pequeñas pero están en buen estado (para donar, regalar o guardar para un hermano pequeño).
- Ropa en mal estado (manchas, roturas) que ya no merece la pena guardar.
- Prendas de recuerdo (una camiseta especial o un uniforme), que puedes guardar en una caja aparte sin ocupar espacio del armario diario.
2. Revisa tallas porque los niños crecen muy rápido
Antes de empezar a colocar esa ropa del invierno o ropa de verano pasados, comprueba si todavía les vale. Los peques pueden pegar un estirón en apenas unos meses y muchas prendas pueden quedarles cortas, estrechas o pequeñas.
- Haz que los niños se prueben algunas prendas clave (pantalones largos, abrigos, zapatos).
- Revisa el estado de elásticos, cremalleras y mangas.
- Separa la ropa que ya se ve pequeña para evitar que ocupe espacio innecesario.
3. Planifica la ropa temporada
Una vez separada la ropa que sí servirá, es hora de planificar la temporada. Los niños necesitan ropa cómoda, versátil y fácil de combinar, así que lo mejor es crear un armario funcional con prendas básicas y algunos toques especiales.
Pregúntate:
- ¿Cuántos pantalones necesitan para el día a día?
- ¿Tienen suficientes camisetas y sudaderas para el colegio?
- ¿Cuentan con abrigo, botas o accesorios de invierno en buen estado?
Por consiguiente, hacer esta revisión antes de guardar la ropa garantiza que no falten prendas esenciales. También te ayuda a planificar futuras compras sin gastar de más.
4. Organiza el armario al alcance de los niños
Es una buena idea que el armario y la colocación de la ropa se ajuste a la estatura y tamaño del niño. Eso significa que el peque llegue hasta el estante donde están sus camisetas o sus pantalones. Para ello puedes regular la altura de las baldas. También puedes resituar la barra de las perchas para que pueda coger la prenda que necesite.
- Altura accesible: coloca en baldas o cajones bajos la ropa que usan a diario.
- Clasificación visual: usa cajas de colores o etiquetas con dibujos para que identifiquen dónde va cada prenda.
- Perchas pequeñas en barra baja: adaptadas a su talla, para que puedan colgar la ropa fácilmente.
- Sistema simple: menos es más. Evita sobrecargar con demasiadas prendas que solo generan desorden.
5. Evita apilar prendas
Seguro que ya lo sabes porque lo has practicado en tu propio armario. Siempre es mucho mejor guardar las prendas en vertical. Eso significa que se guardan dobladas una al lado de la otra.
Así, el niño podrá ver todas sus camisetas de un vistazo. Imagínate la que puede armar si están una debajo de otra y quiere ponerse la de abajo del todo. Todas acabarán el suelo y desordenadas.
6. Utiliza cajas y cestas especiales para ellos
Las cajas y cestas son siempre una buena idea para ordenar, sobre todo las prendas de ropa interior. En el caso del cambio de armario para niños puedes utilizar modelos sin tapa para que sean más accesibles. Además, puedes jugar con los colores y asignar cada todo a un tipo de prenda.
- Caja azul: calcetines.
- Caja roja, calzoncillos o bragas.
- Caja naranja: camisetas interiores.
Por supuesto, le darán un toque de color al armario infantil y el peque asociará los tonos al contenido.
7. Zona de lluvia
Ciertamente, otro consejo interesante es reservar un espacio para la ropa de lluvia. Coloca juntos el chubasquero, las botas de agua y algún pantalón largo. De esa manera, cuando llueva, el peque ya sabrá a qué zona del armario dirigirse para vestirse.
8. Implica a los peques en el proceso
Aunque pueda parecer más lento, dejar que los pequeños participen en su propio cambio de armario es muy beneficioso. Con ello conseguirás enseñarles varias cosas.
- Decidir qué ropa les gusta y quieren conservar.
- Ser conscientes de lo que tienen y lo que ya no usan.
- Desarrollar hábitos de orden desde pequeños.
Puedes convertirlo en un juego: poner música, cronometrar quién dobla más camisetas en vertical o dejar que elijan la etiqueta de sus cajas.


